VI.
Ahora quiero explicar que hablar de él es hablar de mí, de lo que me gusta a mí, de lo que quiero, de lo que siento, por eso cuando escuchen algo de él tengan presente que están escuchando algo de mí y lo mismo si hablan de él, estarán hablando de mí.
Algún día dejaré de ir a un café con él, pero por ahora siempre que se presente la oportunidad le diré que quiero tomarme un café con dos de azúcar. Porque este café se llama: café la nube, que es su café favorito y la receta es sencilla, me besa me toma de la cintura, me alza y me sube a su nube y por ahora no me quiero bajar, porque es mi nube. Porque la creó conmigo. Y si me preguntan si volvería a enviarle una carta de amor mi respuesta será no, sólo diré que sí lo invitaría a un café. Ahora soy su cafeína.