jueves, 22 de julio de 2010

Urna centenaria.


La princesa se pinchó un dedo y quedó dormida durante cien años por un hechizo, dice el cuento infantil de Charles Perrault, el cuento también dice que todos los miembros del castillo se quedaron dormidos y, que como tal, el castillo quedó dormido, hasta que un príncipe lleno de valor ingresó al castillo y besó a la princesa rompiendo el hechizo. Este cuento escrito entre los años 1600 y 1700 está propicio para recrear lo que se proponen guardar las autoridades distritales en la urna centenaria, el próximo septiembre, y que debe ser abierta el 20 de julio del año 2110.

Bogotá representa al país, por algo es su capital y como todos, tiene la manía de guardar cosas y más si son inservibles, ya me imagino qué van a guardar en la nueva urna que estará sellada por cien años, tal cual bella durmiente; opino que lo que sea que guarden estará bien, o mejor, me da lo mismo, en palabras del Alcalde, digo Alcalde por la institución y no por la persona, “en cien años Bogotá ha avanzado mucho, ha crecido”, sí, tiene razón, Bogotá es una ciudad demasiado grande como para perderse pero demasiado pequeña para encontrar posibilidades; el avance no lo hace el concreto ni los puentes ni los automóviles ni el metro, hace parte pero no es solo eso, lo hace su gente, y la gente es demasiado fría igual que su clima por estos días, demasiado indiferente, dentro de todo me gustaba la campaña Bogotá sin indiferencia, Bogotá es una ciudad para gente solitaria, para mutantes y seres tristes como escribía Rafael Chaparro Madiedo, Bogotá es solo para un equipo de fútbol, para un solo estadio, para un solo metro, para un solo estrato, para un solo aeropuerto, para un solo príncipe que dentro de cien años cuando abra la urna centenaria la despierte, y se dé cuenta que Bogotá es la ciudad de la cultura, del afecto, del respeto, de la educación, que Bogotá tenga buenos aires o mejores aires, que sea la ciudad de los andes, no de la Universidad, sino de la zona geográfica, que sea la estrella que ilumina los andes a 2600 metros de respeto y afecto por el de al lado.