
Las ciudades son canecas de basura del parque de diversiones extremas en donde cada domingo los dioses mutantes juegan a ser el Dios de la semana.
El Dios elegido tiene la función principal de organizar las canecas del parque de la siguiente forma: una para perros callejeros, pastores, curas, chamanes, con el aviso de: NO BIODEGRADABLE, otra para pitos, automóviles, autobuses y semáforos, otra para policías y ladrones porque son lo mismo, otra para las iglesias para que no vayan a contaminar el resto de elementos y, la última para las Universidades y colegios.
Bogotá D.C. es una caneca de basura que este último domingo quedó olvidada.