Mi cuerpo, ha agotado el
Placer, mi alma, ha ignorado el Amor, y sufro una vaga aspiración hacia él;
todo Amor Verdadero, es Absoluto y Único; no deja lugar al nacimiento de otro.
Ser un Hombre Honrado, y ser
un Grande Hombre, he ahí una cosa imposible, en esta épocas, en que deshonrarse
es toda la forma de la grandeza humana.
Un Hombre trascendental, no
desaparece en la tumba, del fondo de ella continúa en ejercer una mayor
influencia que cuando actuaba entre los vivos.
Cuando se ha vivido, se
siente una enorme piedad por aquellos que comienza a vivir…Dar la muerte a su
hijo, sería un gesto más generoso que haberle dado la vida…pero el egoísmo de los padres es inagotable; se aman en sus
hijos, y aman en ellos el dolor que les imponen.
¿Cómo volver a mi Reino
Interior, que es mi Soledad?
En Barcelona, mi Soledad es
aún más completa; no conozco a nadie, no trato a nadie, no hablo con nadie.
Profeso el narcisismo de mi
pensamiento.
Pobre poeta-hermano, que se
va…no ha muerto, sino que ha acabado de morir…hace cerca de diez años que iba
como muerto por el mundo, llevando sobre sus hombros el cadáver de su Genio.
No tuvo antecesores, ni
tendría sucesores.
El triunfo de un talento, es
un homenaje a todos los talentos.
¿Quién que no sea yo, podrá
saber todo el desprecio que la
Celebridad me inspira?
¿Quién podrá creer en algo,
cuando ha visto ya el rostro de la
Nada , a través de la tela desgarrada de los sueños?
Solo soy, porque no tengo un
Dios…Solo soy, porque no tengo una Patria…Solo soy, porque no tengo un
Hogar…Solo soy, porque no tengo un Amor…Solo soy, porque no tengo un Amigo.
He ahí que hoy hace cincuenta
y seis años que salí del vientre de mi madre, para caer en manos de mi madrastra:
la Vida.
Poblacho sucio, nido de todas
las epidemias, especialmente la del fanatismo religioso.