martes, 19 de junio de 2012

Pensamientos extraídos de "Diario íntimo (Tagebücher)" de José María Vargas Vila.



Mi estilo rebelde y personal, no entra en los moldes de la Literatura Castellana.   

Es la idea de la Muerte, lo que hace bella la Vida; sin la seguridad de perderla, el hombre la detestaría.

Hace un calor de 38 grados a la sombra…toda la gloria del mundo, no vale hoy lo que un vaso de cerveza.

No hago nada por convertirlas a mi Irreligión y apartarlas de Dios.

La Vida sentimental yo la he suprimido, hasta donde es posible. Sin embargo, sufrí su herida, y por haberme acercado una vez a ella, en mi adolescencia, quedé tan gravemente herido, que no olvido aún el pico de aquella paloma cándida, con corazón de tigre.

La mentira vive en los labios de los débiles.

Cometo casi siempre una violencia, de sinceridad desconcertante; esas son las que se llaman: “mis excentricidades en Sociedad” “las cosas de Vargas Vila”.

Ni Pan, el del Olimpo, ni Cristo, el del Calvario, han sido los últimos dioses, creados y muertos por los hombres; otros vendrán, y otros morirán, la Vida, es un duelo entre el Hombre y el Dios.

Lo que yo encuentro natural es la MuerteLa Vida, me parece un fenómeno.

La Verdad, es el sello que la Muerte pone sobre  los labios de los mártires.

Impregnar de sí el ambiente que les rodea, es propio de los grandes espíritus.

El Tiempo y la Experiencia, los dos consejeros inútiles de la Vida; el uno, viene siempre demasiado pronto; el otro, demasiado tarde y todas sus lecciones, no pueden nada, ni siquiera enseñarnos a morir.

La llena con su ausencia (llenas mi vida con tu ausencia).

Yo no he tenido jueces (padres) sino verdugos.

Conocer el corazón de un hombre es conocer lo más triste y lo más vil que hay en él.