Esta la historia de dos seres que no tenían corazón porque lo habían dejado en una de esas veces en las que hay que vestirse rápido y se les olvidó ponérselo. Porque uno entrega su corazón cuando se desviste para hacer el amor y uno hace el amor cuando desnuda su corazón. Estos seres no tenían corazón. No eran amiguitos ni tenían una amistad erótica, no eran amigos chéveres, amigovios, amigos con derechos, o en el peor de los casos: novios, pero hacían el amor sin corazón. Qué curioso y qué tentador.
Ellos descubrieron la forma de amar y tener sexo, una excelente combinación para toda relación. No fabricaban recuerdos, sólo vivían como pensaban, pensaban en qué pensar, pensaban y actuaban. Nadie lloraba, nadie hacía reproches era la única muestra de amor verdadero. Amor entregado sin condiciones, sin celos; amor que no necesita olvidarse en otro cuerpo, amor sin principio y amor sin final. Amor: constante en toda tarea a la que uno le pone dedicación. Sexo: expresión placentera que requiere el uso de los genitales con otra persona.
Amor mutante: hacerlo todo por una persona y darse cuenta que no hay nada y a la vez ser feliz.