Continuación de "Guaviare querido (o sobre los guaviarenses)."

Usted suena resentido. Nunca, nunca, contar lo que se recuerda, tal cual como fue, o contar lo que se ve, tal cual como es, es resentimiento, esa palabra la usan para desprestigiar al autor más no lo que este dice. ¿Este? Sí, este, este, no de oriente, sino de este que se para cuando una mujer se sienta, este falo decente, este que para introducirse pide permiso; desprestigiar un autor – de lo que sea – con el argumento de que es un resentido, es propio del que sabe que lo que se dice es verdad pero quiere esconderlo, lo mismo que el argumento de “sentir a Dios” usado por los místicos, “sentirlo” y creer en Él no hace que exista, el resentimiento no hace de un autor alguien mentiroso y no se puede combatir la pobreza sin atacar la riqueza.

Las familias “de bien” del Guaviare, hablan mal por sí mismas, no creo que ninguna haya conseguido el total de sus bienes sin mezclarlo con una que otra ilegalidad, ¿cómo así? Pues, con coca, traficando, o embaucando a la gente, evadiendo impuestos, maquillando los informes, contratando por debajo de cuerda a la gente necesitada, no pagando los auxilios de transporte y, todos se jactan de ser generadores de empleo, de hacer del Guaviare un lugar próspero, esto es hacer patria en un lugar como ese: hacer todo al margen de la ley, no sé por qué Manuel Elkin Patarroyo caza monos en el Amazonas, para experimentar su vacuna contra la malaria, cuando hay tanto humano inservible en el Guaviare. ¡Uy no!, usted está muy pasado. Pasado ese Departamento y sus cuatro municipios, todos sus gobernadores conservadores, liberales, independientes, la cárcel alcanzó a algunos, la Muerte a otros, pero sólo el poder indómito de la historia podrá condenarlos a todos. ¿Tampoco rescata ninguna gobernación? No, de allá solo se rescata su flora y su fauna y eso lo escribo como para que no digan que veo solo lo malo. Lo malo y lo bueno es solo un asunto del lado de donde se hable, no es algo absoluto, pétreo, inmóvil, tieso. Continuará...