Amigos es una película
sobre el amor entre un hombre y una mujer con la excusa de la amistad entre dos
hombres, uno de raza negra, otro en silla de ruedas, en donde se teje una red
de sucesos dramáticos, crueles, duros, fríos, en forma de burla, burla a esa
misma broma que es una vida llena de eventos tristes, burla a la burla de la
infelicidad que, es de lo que están hechas la mayoría de las vidas, burla a ese
dolor de luchar día a día y conseguir solo poder estar aquí un día más, vida =
drama, es la ecuación inequívoca en el mundo de este filme, de este mundo que
no es otro y que no se diseña sino que se va viviendo y no hay pausa, no hay
causa. Mundo = bola de tierra que gira en el vacío, vacío que trata de
superarse con amor, amistad, armonía, escritas con A, la primera letra del alfabeto, como indicando que deberían ser
el inicio de todo, pero primero está el odio, el caos y la corrupción luego
esas cosas, primero la acción luego la solución, primero la maldad luego la
bondad, y entonces el vacío se agranda y ya no solo la bola de tierra está ahí
suspendida sino que todo lo demás todas las acciones por más bondadosas,
alegres, felices que sean no pueden dar viraje no pueden apuntar a otra
dirección porque el mundo es una bala que ha sido disparada al aire, el mundo
es una bala perdida y por ser bala no tiene reversa, el vacío no tiene reversa,
o sí, tiene la misma reversa de un espermatozoide, o sea, no tiene. El vacío lo
es todo, es lo que permanece, es la esencia de las cosas; el amor, la armonía,
la amistad, son intentos superfluos para atacarlo, pequeños golpes de pecho,
intentos diminutos, piedras que lanza un niño queriendo alcanzar la luna, una
salida de emergencia de un avión que vuela a 8 mil pies de altura, un
paracaídas roto, esas tres cosas
junto con la bondad son excepciones en este mundo hecho para la violencia, el
desconcierto y la desilusión, la violencia es un regalo que nos damos día a
día, la bondad y las tres cosas son
dulcecitos que adornan ese gran regalo, no amamos para siempre, aunque el amor
si es para siempre, la amistad se desdibuja con la distancia y el paso del
tiempo y la armonía es la convergencia de todas las variables de un sistema
que apuntan a una dirección, tenemos un mundo tremendamente armonioso, pero no
amoroso ni amistoso, armonioso en maldad, coherente con lo negativo, si no te
he dado confianza no puedes ser mi amigo, si no te conozco no puedo hablarte,
mucho menos quererte, cuando se debe tratar es de invertir ese orden ilógico, querer
más allá de nuestros seres cercanos, pues por obligación deben quererse, querer
al extraño, abordar al extraño que no es extraño, es alguien como yo, como
usted, como nosotros, tratar con humanos, así la vida se convierte en otro
cuento, cayendo al vacío pero sin sentir la caída, las tres cosas comenzarán a convertirse en una regla especial y
luego generaciones adelante volveremos a una edad de oro ovidiana, sólo amando,
siendo amigos y encontrando la armonía entre estos sentimientos, entre todos
hablando con los extraños identificándonos como humanos, ser asaltados por la
bondad, ser atracados por la amistad, ser robados por el amor de algún extraño, tres cosas es el nombre
que puede llegar a tener esta generación sin nombre, generación en donde sale
una película que cuenta un instante de la vida de dos amigos, de una amor, rompe
records, sorprende y parece sacada de otro lado, de otra parte, una película
extraña me dijo alguien, una generación
cristiana en donde uno actúa como Jesús el nazareno y lo tildan de loco, si uno
habla como Sócrates el ateniense uno es un fastidio, si uno respeta el espacio
de los demás, manejando carro, o caminado sobre una acera, haciendo una fila,
cediendo el puesto en el autobús, uno es mucho bobo, uno no es de por acá, uno
es un raro, si uno carga una pistola que dispara amor, armonía y amistad uno es
un loco. Mucho loco Julio, tú eres un loco. Digo: tres cosas necesitamos para que cambie la cosa.