miércoles, 15 de diciembre de 2010

Reconceptualizando el tiempo.

El tiempo no debería medirse como se ha hecho hasta ahora, de esa manera tan villana, masoquista y monótona, debería medirse en canciones, películas y libros. Nos vemos en veinte minutos, lo traduciría a: nos vemos en cuatro canciones, las horas las cambiaría por películas y los días serían los libros. Así por ejemplo el lenguaje correcto es: yo trabajo cuatro películas al día y demoro cuatro canciones en alistarme todas las mañanas y trabajo tres libros por semana. Tardo cinco canciones en eyacular, duermo cuatro películas y media todas las noches y mi semana es igual a cuatro libros. Los meses y los años serían una hermosa combinación entre libros, películas y canciones, uno no recordaría los minutos ni las horas sino las canciones y las películas, pero igual que los días, los libros siempre le darían a uno la revancha para comenzar de nuevo.